ANTONIO DE TRUEBA Y LA LEYENDA DE LOS “MONTES VOCINEROS”.
Por Txomin Etxebarria Mirones.
INTRODUCCIÓN.-
Las Encartaciones es una tierra peculiar, como tantas otras tierras, y, al ser fronteriza, más rica en diversos aspectos.
Pero no siempre se ha entendido así y, desde hace siglos, se ha querido homogenizar esta comarca, por lo que se han visto obligados a alterar realidades históricas, lingüísticas, tradicionales…
Y una de esas “alteraciones” es lo relacionado con los “montes bocineros”, pues entre ellos se incluye el Colicha (“Kolitxa”) de Balmaseda. Cuando, en realidad, ni este monte, ni ningún otro, han sido en la Edad Media, ni nunca hasta ahora, “montes bocineros”.
¿MONTES BOCINEROS”?
Bienvenidas sean siempre todas las iniciativas encaminadas al fomento del conocimiento y disfrute de los montes de nuestras tierras. Pero para ello, creemos” que no es necesario alterar la realidad histórica.
En abril de 2004 se conmemora el 25 aniversario de las Juntas Generales de Bizkaia, y se institucionaliza el día de los “montes bocineros”.
Así, el 24 de abril del 2004, en el periódico “Deia” se escribe:
“A las 12,00 horas los cuernos volverán a sonar y las hogeras se encenderán de nuevo en las cumbres de los cinco montes bocineros: el Gorbea, Kolitxa, Sollube, Oiz y Ganekogorta”
En el mismo escrito, del 24 de abril del 2004, página 9, se recogen unas declaraciones de un profesor de la Universidad, Dice que “la historia de los montes bocineros no es una leyenda” porque “hay constancia escrita de que ya en 1406 se hacía llamamiento a juntas desde ellos”.
Cinco años después, en 2009, lunes 4 de mayo, el mismo periódico “Deia” publica una carta nuestra en la que comentamos nuestro desconocimiento por el que se pueda demostrar que el Colisa “Kolitxa” haya sido “monte bocinero” y agradecíamos que si alguna persona tuviera el dato lo presentara para conocimiento de todos.
Era el momento oportuno para que el profesor de universidad, citado, presentara el documento de 1406 que indica en la página 9 del “Deia” del 24 de abril de 2004.
Pero no lo hace porque no parece que exista. Y es difícil presentar lo que no existe. Y es que en realidadlo de los “montes bocineros” sí es una leyenda.
EL DETONANTE.-
Conocemos la reproducción de 6 documentos del siglo XIV, y en todos ellos menos en uno de 1393, en relación a las Juntas Generales, se escribe: “tannidas las cinco vozinas”…”a bocinas tañidas”, “tannidas las cinco vosinas”…Pero en ningún documento se dice que el “tañido” fuera en ningún monte, y, menos, en los que se citan.
Además, de una lectura atenta de los documentos parece deducirse que el toque de bocinas era en las mismas Juntas, posiblemente un acto protocolario.
El Padre Gabriel de Henao que escribe en 1689 y 1691 parece acercarse a la posible realidad, cuando indica:
“Diré también allí que se tocaban cinco bocinas antes de las juntas”.
ANTONIO DE TRUEBA.-
Pero si en ningún documento de los siglos XIV y XV se señala ningún monte, ¿quién los inventa?
Después de varios meses de investigación hemos podido descubrir que es Antonio de Trueba, que sepamos, el primero que cita los nombres de los cinco “montes bocineros”: “orbea, Oiz, Sollube, gGanekogorta y Colisa”, según escribe e “Resumen Descriptivo e Histórico del M. N. y M. L. Señorío de Vizcaya por Don Antonio de Trueba”. Se añade “Cronista del mismo Señorío (1872)”.
El primero también que sepamos, que cita las “fogatas” es Sabino de Arana Goiri, en el periódico “Bizkaitarra”, número 17, del 30 de noviembre de 1894: “(…) que se realizaba encendiendo fogatas y tocando bocina en las cumbres más elevadas”.
Para terminar, destacar la cantidad de autores que se han creído las “fantasías de Trueba”, entre los que hay un ex-rector de Universidad y varios doctores-profesores de universidades.
(Todas estas noticias, otras curiosidades y datos más precisos, en nuestro próximo libro “La leyenda de los montes bocineros”,
e…
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